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Estilo de Vida

Cortisol: qué es y cómo nos afecta la «hormona del estrés»

(Imagen: E&J)

Ana Sánchez Blázquez

Redacción E&J




Tiempo de lectura: 2 min

Publicado




Estilo de Vida

Cortisol: qué es y cómo nos afecta la «hormona del estrés»

(Imagen: E&J)



Desde hace unos años las redes sociales están inundadas de nutricionistas y gurús del lifestyle que alertan del cortisol y de la larga lista de síntomas negativos que nos puede producir esta hormona. Lo que ha desatado la locura y obsesión por mantener regulados el nivel de cortisol a base de consumir suplementos de todo tipo que prometen hacerlo, incluso eliminar el cortisol. Sin embargo, según los expertos, el cortisol no es solo necesario para un correcto funcionamiento de nuestro cuerpo, sino que, además, es más complicado de lo que parece tenerlo desequilibrado.

El cortisol es una hormona que se produce en las glándulas suprarrenales, que se encuentran encima de los riñones, forma parte del sistema endocrino y tiene varias funciones importantes sobre nuestro cuerpo. Principalmente, se encarga de aportarnos energía extra, liberando azúcar en sangre y movilizando grasas, lo que también ayuda a mantener la presión arterial y la función cardiovascular. También nos regula el ciclo del sueño, subiendo los niveles por la mañana para ayudarnos a despertar y bajándolos por la noche para facilitarnos el sueño.



No obstante, también es el encargado de regular el estrés, de ahí que se le conozca coloquialmente como la “hormona del estrés”. La glándula pituitaria, situada en el cerebro, es la que se encarga de controlar la cantidad de cortisol que segregamos, por lo que, cada vez que el cerebro detecta que estamos en una situación de amenaza o peligro (sensación que nos produce el estrés) este segrega más cantidad de cortisol que ayuda a nuestro cuerpo a responder y adaptarse a estas situaciones, pues aumenta los niveles de glucosa en sangre y proporciona energía extra para hacer frente a esa amenaza.



Por lo tanto, el cortisol la segregación del cortisol en nuestro organismo es totalmente necesaria para su correcto funcionamiento. Sin embargo, una segregación mayor y constante puede producir consecuencias negativas en nosotros, ya que, nuestro cuerpo estaría intentando protegernos de una supuesta amenaza o peligro diariamente. Pero realmente, el cortisol no es el culpable, sino el estrés, quien es que hace que nuestro cuerpo se ponga en modo alerta.

Si nuestro nivel de cortisol es igual durante la mañana y la noche, querrá decir que estamos segregando más cortisol del que deberíamos, lo que puede llegar a desencadenar en problemas de salud graves. Esto, normalmente, se debe a un estrés crónico, aunque los motivos varían, desde una mala alimentación hasta falta de sueño o consumo de ciertos medicamentos.



Este aumento del cortisol puede generar una supresión del sistema inmunológico, el aumento del riesgo de enfermedades crónicas, problemas digestivos e incluso un impacto negativo en el estado de ánimo y la cognición. Aunque estos son casos extremos.

La mejor manera de saber si nos estamos enfrentando a este problema es acudir a un médico y hacernos una prueba que lo evalúe, sin embargo, hay algunas señales que pueden indicarlo como dolor generalizado en todo el cuerpo, problemas óseos, presión arterial alta, sentirte débil y sin fuerzas, incluso puede llegar a impactar en el sistema reproductivo.

La mejor manera de equilibrar los niveles de estrés es a través de una buena gestión del estrés, llevar una buena alimentación, hacer ejercicio, acudir a terapia, disminuir el consumo de cafeína y alcohol, establecer un buen horario del sueño, priorizar el autocuidado.