Cuevas del Agua, el pueblo secreto de España

España es un país cuyas localidades son conocidas por todo tipo de turistas, tanto nacionales como internacionales. La fama que poseen municipios como Benidorm, Gandía, Salou, Llanes, Conil de la Frontera y un largo etcétera hacen que resulte imposible imaginarse un destino turístico desconocido por la población. Asturias guarda en sus tierras un pueblo escondido y secreto el cual solo se puede acceder atravesado una cueva.

Se trata de Cuevas del Agua, una pequeña localidad de apenas medio centenar de habitantes ubicado en la zona de Ribadesella. Aún no ha llegado el turismo masivo por lo que es una opción ideal para poder disfrutar de la naturaleza y gastronomía local de la manera más tranquila posible.

Cuevas del Agua (Foto: Guía Turismo Asturias)

El pueblo está cerca de las orillas del río Sella y destaca por seguir conservando tradicionales rurales debido al aislamiento que ha sufrido en toda su historia al estar tras una cueva. Asimismo, ofrece una gran variedad de rutas para disfrutar de los alrededores de la localidad como la Ruta de los Molinos que tiene una duración de 3 horas y una distancia de casi 8 kilómetros entre la extensa vegetación local.

Llegar al pueblo

Para poder acceder a la localidad asturiana es necesario atravesar la Cuevona de Cuevas del Agua, una gruta que posee 300 metros de longitud y cuya función y mantenimiento es vital ya que es la única entrada al pueblo.

La Cuevona de Cuevas del Agua (Foto: Sapos y Princesas – El Mundo)

Tiene una estructura similar a los túneles que atraviesan las montañas y, es reseñable por ser de las pocas cuevas en todo el mundo que se pueden recorrer en coche. Debido a la necesidad de mantener conectada a la población con el resto del país, se ha asfaltado e iluminado la cueva para facilitar su entrada y salida. Aún así, las paredes son de las rocas que han sido erosionadas a lo largo de la historia y se realizan labores de mantenimiento para conservar el estado natural de la cueva.

La cavidad natural ha logrado conservar en un impecable estado varias formaciones calcáreas como estalactitas o estalagmitas que, por la belleza que poseen, son conocidas como “las barbas de Santiago” o “la lengua del diablo” por su supuesto parecido con estas partes del cuerpo y las leyendas populares.

La fauna también es destacable ya que la cueva alberga refugio para una gran cantidad de especies que necesitan una serie de características para poder sobrevivir como, por ejemplo, la salamandra ciega y los murciélagos.