Edmundo Bal comparte con nosotros sus planes para este verano

Hola, soy Edmundo Bal, abogado del Estado en el Departamento de Social de la Abogacía del Estado y, anteriormente, diputado. Este año he tenido vacaciones de verdad por primera vez en cinco años, y las he disfrutado viajando con mi familia y leyendo. Playa y libros. Nada de tele, nada de series, nada de pelis y, sobre todo, poco de actualidad política.

Parece que algunos medios siguen empeñados en contarnos el apocalipsis y lo mal que va todo. ¡Qué infinita pereza! Todos los días España camina hacia el abismo. Pero parece que nunca termina de caer por él. ¿A algún medio de comunicación se le ocurrirá alguna vez abrir, aunque sea un breve programa de radio o televisión, o una columna de un periódico, para contar las buenas noticias? Porque también son noticias, en contra del mantra periodístico que irremediablemente termina siempre en puro sensacionalismo.

El verano es también una buena temporada para tomar decisiones con calma, reflexionar, disfrutar de los silencios y de la compañía de los tuyos, reencontrarse con los amigos y valorar lo bueno que tiene la vida.

Mis viajes han sido al sur y al norte. Nací en Huelva, pero mi padre era gallego y disfruto de dos veranos distintos. Primero, Motril y Huelva; después, Portonovo, en las Rías Baixas, donde me he reencontrado con viejos amigos a los que no veía desde hace 28 años. Y como si no hubiera pasado el tiempo. Mi padre siempre decía que era difícil hacerse amigo de un gallego, pero que si lo conseguías, era para siempre. Y es verdad.

Terminaré mi verano en un pueblecito de Segovia, plantando árboles, escuchando a los pájaros, yendo al único bar del pueblo a comer cordero y beber buen vino, y trabajando ya algo en los recursos de casación ordinaria y para unificación de la doctrina ante la Sala Cuarta del Tribunal Supremo, por ir adelantando trabajo de septiembre y, sinceramente, porque me encanta el Derecho.

Mis libros de este verano: la trilogía de Javier Castillo sobre la periodista Miren Triggs, trepidante, con ese impulso que creía ya perdido en los libros de no poder dejar de leer hasta llegar al final. Ahora, Eduardo Mendoza, con su prosa delirante y onírica no exenta de sátira, Los tres enigmas de la organización. Y espero, antes de volver al trabajo, empezar la trilogía de Trajano de Santiago Posteguillo.

Y cuando llegue septiembre, ya hablaremos otra vez de lo mal que está todo, que es algo muy español. Pero este verano, aunque políticos y periodistas se empeñen en lo contrario: tregua y concordia.

Comparte con Economist & Jurist tus planes y recomendaciones para este verano

Queridos lectores y colaboradores, en Economist & Jurist queremos invitaros a formar parte de una iniciativa especial de verano, compartiendo con nosotros vuestras experiencias, recomendaciones y momentos destacados de esta estación tan esperada.

Nos encantaría que nos recomendaseis vuestras mejores experiencias veraniegas: libros, películas y series, ese lugar espectacular al que habéis ido, viajes, rutas, restaurantes…

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