El equilibrio perfecto entre sabor y bienestar en Chia

Comer fuera de casa no debería estar reñido con llevar una alimentación equilibrada y saludable. De hecho, la gastronomía contemporánea, y más concretamente la dieta mediterránea, demuestra que es posible disfrutar de una experiencia culinaria excepcional sin comprometer la calidad nutricional. El local se posiciona como un exponente de esta filosofía: una propuesta innovadora que no solo respeta el equilibrio alimentario, sino que lo convierte en el eje central de su carta. Con dos establecimientos en Madrid, uno en C. de Arapiles, 5 y otro en la Terminal 3 del Aeropuerto de Barajas, Chia acerca su concepto de comida saludable y deliciosa tanto a quienes buscan un oasis gastronómico en la ciudad como a los viajeros que desean una alternativa equilibrada antes de embarcar.

Uno de los grandes aciertos de Chia es su apuesta por una cocina que, además de deliciosa, es nutricionalmente completa. Cada plato está diseñado con un enfoque balanceado, siguiendo la regla del plato saludable.  Proteínas de calidad, mayoritariamente vegetales (garbanzos, lentejas, quinoa, tofu), pero también con opciones de pollo free-range y salmón salvaje. Verduras frescas y variadas, hortalizas de temporada, asadas, encurtidas o crudas, que aportan fibra, vitaminas y minerales. Hidratos de carbono integrales, arroz rojo, quinoa, pan artesanal y boniatos asados, fuentes de energía de absorción lenta. Este enfoque nutricional se traduce en platos que sacian, aportan energía estable y contribuyen al bienestar digestivo. Todo está pensado para nutrir y deleitar al mismo tiempo.

Con una cocina basada en ingredientes naturales, sin ultraprocesados y con un firme compromiso con la sostenibilidad, Chia demuestra que comer sano puede ser una experiencia gourmet y visualmente atractiva. Su filosofía se fundamenta en una elaboración artesanal: aquí no hay atajos ni productos industriales, todo se cocina desde cero, como en casa, lavando, pelando y preparando cada ingrediente en su estado más puro. Además, sus métodos de cocción —horno y baja temperatura— garantizan el máximo sabor y la conservación óptima de los nutrientes sin necesidad de grasas innecesarias ni carbohidratos refinados. A esto se suma su apuesta por un modelo de alimentación plant-based inclusivo, que invita a reducir el consumo de carne sin imposiciones, ofreciendo alternativas sostenibles y saludables que conquistan tanto a vegetarianos como a flexitarianos exigentes. En su búsqueda por minimizar el impacto ambiental sin renunciar a la calidad, la casa selecciona ingredientes de temporada y trabaja con proveedores responsables, reafirmando así su compromiso con una gastronomía más consciente y equilibrada.

(Imagen: Alberto Sanz Blanco)

La carta es un despliegue de color y creatividad. Sus platos están llenos de matices, jugando con especias, salsas caseras y contrastes de texturas que los hacen irresistibles. Ofrece opciones plant-based innovadoras, como la Berenjena BigMamma, rellena de soja texturizada y bechamel de almendras, y las Green Veggie Balls, albóndigas de garbanzos y lentejas con salsa de curry-mango verde thai, acompañadas de arroz rojo y frutos secos. Para quienes buscan una alternativa contundente a la carne, el TANGO Quinoa-Steak es un filete vegetal a la parrilla con quinoa, curry y soja, acompañado de tartar de pepino y aguacate.

(Imagen: Alberto Sanz Blanco)

Los platos con proteínas animales también se presentan de forma saludable y sostenible, como el Moto-Umami, pechuga de pollo macerada en cúrcuma y sésamo con arroz rojo y patatas campestres, en una combinación que resalta tanto por su sabor como por sus propiedades antioxidantes, o el Salmón Oishii, cocinado en costra de soja, miel y sésamo, con quinoa y vegetales asados. Una propuesta rica en omega-3 y con un perfil de sabor complejo y equilibrado. Los bowls son una opción perfecta para un almuerzo equilibrado. El Atún Kamura, con tataki de atún sobre kale y arroz rojo, se complementa con guisantes, guacamole y mermelada de piparras. El Warm Chicken, con pechuga a baja temperatura, kale y arroz rojo, se adereza con curry-mango casero, y el Viva la Vida es una mezcla de quinoa, berenjena asada, garbanzos y aguacate, con un alioli de cítricos y pistacho.

(Imagen: Alberto Sanz Blanco)

Chia también se desmarca en el apartado de postres y bebidas. Aquí no hay azúcares refinados ni edulcorantes artificiales; todo es casero y natural. Entre sus postres destacan las Power Ballzz (bolitas energéticas de coco o pistacho), el Snickerzz Casero (chocolate con crema de cacahuete y frutos secos) o el apartado de tartas con la Carrot Cakez, con cobertura de anacardo o la de bizcocho de plátano. En la sección de bebidas, la oferta es refrescante y original. Kombuchas artesanales, limonadas naturales sin azúcar y refrescos Fritz Cola demuestran que se puede disfrutar sin recurrir a las bebidas industriales. Además, algunas opciones son free refill, un detalle que los clientes agradecen.

(Imagen: Alberto Sanz Blanco)

Más allá de su excelente propuesta gastronómica, la firma destaca por ofrecer una experiencia acogedora y cercana, donde el trato del personal marca la diferencia. Desde el momento en que cruzas la puerta, el equipo te recibe con una sonrisa y una actitud atenta, dispuesto a asesorarte sobre la carta y a adaptarse a cualquier preferencia o necesidad dietética. Además, su amplio horario permite disfrutar de sus delicias en cualquier momento del día, ya sea para un desayuno nutritivo, un brunch tardío, una comida equilibrada o una merienda saludable. Su carta se adapta a todas las franjas horarias, con opciones ligeras y reconfortantes que convierten cada visita en un momento especial. Y como si esto fuera poco, Chia es un espacio pet-friendly, por lo que los amantes de los animales pueden compartir su experiencia gastronómica con sus mascotas, en un ambiente relajado y sin prisas.

Chia no es solo un restaurante, es una declaración de principios sobre cómo la alimentación saludable puede ser también creativa, deliciosa y sostenible . Ya sea para quienes buscan reducir su consumo de carne, para los amantes de la cocina plant-based o simplemente para aquellos que desean comer bien sin complicaciones, este restaurante ofrece una experiencia completa, donde la calidad, la amabilidad y el respeto por el producto se sienten en cada detalle. Un lugar donde la comida sana deja de ser una obligación para convertirse en un auténtico disfrute.