‘Il Giardinetto’, el restaurante italiano que rinde homenaje a la Barcelona burguesa, cumple 50 años

En el corazón de Barcelona, se encuentra un oasis que ha sabido resistir al tiempo y, 50 años después, sigue siendo un referente de la gastronomía y la cultura de la ciudad. Il Giardinetto, inaugurado en 1974, es un símbolo de la Barcelona burguesa y cosmopolita, que combina la tradición culinaria italiana, una rica vida cultural y un diseño único, con una propuesta gastronómica referente.

Ir a Il Giardinetto es un viaje en el tiempo a una Barcelona que definió la cultura gastronómica de la ciudad, y que tras 50 años sigue siendo un lugar que rebosa calma y sofisticación. Nace cuando Barcelona era la quilla de España, una ciudad abierta al mundo, donde la sociedad dominante, acompañaba el crecimiento económico con una amable revolución cultural, que desde movimientos como la gauche divine, compuesto por jóvenes burgueses, que favorecieron la permeabilidad cultural de una Barcelona, que, en aquella época, más que catalana, era barcelonesa y cosmopolita.

Il Giardinetto surgió de la pasión del fotógrafo Leopoldo Pomés por la cocina italiana y su ambición por transformar el panorama gastronómico de Barcelona, como ya venía haciendo con su tortilleria, Flash. La idea surgió por su gusto por los “fetuccini al doppio burro” de María Leví, madre del arquitecto Ricardo Bofill, fue entonces cuando Pomés encargó el diseño del restaurante a los arquitectos Alfonso Milá y Federico Correa, con la intención de crear un espacio distinto en el centro de Barcelona: un jardín en pleno Ensanche barcelonés.

Desde sus inicios, Il Giardinetto se convirtió en un punto de encuentro para artistas, arquitectos, diseñadores y literatos. Las legendarias tertulias, presentaciones editoriales y las «Giardinetto Sessions», una serie de entrevistas en formato vídeo dirigidas por Xavier Mas de Xaxàs y Poldo Pomés, han consolidado su reputación como centro neurálgico de la vida cultural barcelonesa.

El arte siempre ha tenido un papel protagonista en Il Giardinetto, pues desde 2009, el escaparate ha albergado obras de diseñadores y artistas como Oscar Tusquets y Antoni Arola, convirtiéndose en un símbolo del diálogo entre gastronomía y diseño.

(Imagen: My Guide Barcelona)

El interiorismo de Il Giardinetto, concebido en 1974, marcó un hito con su moqueta verde que evoca el césped, paredes que simulan un bosque y un piano de cola que aún permanecen en las salas. En 2012, el estudio Llamazares Pomés renovó la planta baja del restaurante, abriendo el espacio al exterior sin perder su esencia, un trabajo que le valió al local su segundo Premio FAD de Interiorismo, único en su categoría.

La propuesta gastronómica de Il Giardinetto incluye platos típicos como los espaguetis Sofía Loren, los carpaccios al estilo Harry’s Bar y el helado de coco con mermelada de naranja amarga. A la tradición se le suman innovaciones como los paccheri con burrata, al estilo Antonio Kobau, y sus pizzas finísimas. La cocina, a los mandos de Francis Santos, y la sala liderada por Ángel Fernández es otro de los puntos fuertes del restaurante.

Este 2024 marca el 50.º aniversario de Il Giardinetto, y para celebrarlo, la familia Pomés ha preparado un calendario lleno de actividades. Desde tertulias intergeneracionales organizadas por el FAD hasta una «Jam Session» en homenaje a Pere Ferré, pianista del restaurante durante más de 30 años.

Además, cuatro barceloneses de origen italiano, como Benedetta Tagliabue y Antonio Kobau, presentarán menús especiales que reinterpretan la cocina tradicional italiana, y el estudio Ricardo Bofill Taller de Arquitectura creará una instalación artística para el escaparate del restaurante.

(Imagen: Il Giardinetto)

Los clientes, exigentes, cuentan desde hace décadas con la profesionalidad de Antonio Hernández Chinchilla, que con discreción, eficacia y profesionalidad ha gobernado durante décadas Il Giardinetto en condición de jefe de sala. Antonio Hernández Chinchilla, jefe de sala durante décadas, se retirará a finales de 2024. Su impecable trayectoria simboliza la excelencia y el savoir-faire que define a una generación de hosteleros que hicieron de Barcelona un destino gastronómico de primer nivel. Esta Barcelona rinde homenaje a Don Antonio Hernández Chinchilla.