Invertir en uno mismo: ganancia segura

El vertiginoso ritmo de vida actual, hace que mucha veces no sea sencillo encontrar tiempo libre que dedicarse a uno mismo. Sin embargo, es fundamental para el bienestar personal. Hay múltiples ámbitos en los que poder enfocarse, ya que hay una estrecha relación entre los hábitos y la felicidad. No a todas las personas les sienta bien lo mismo, pero sí se ha demostrado que ciertas rutinas mantenidas en el tiempo reportan mejoras en el estado de ánimo.

Varios estudios han demostrado que limpieza y felicidad están relacionadas. que la limpieza del hogar es un arma letal contra el estrés y la ansiedad. Un entorno pulcro y en orden mejoran las relaciones familiares y sociales y el humor personal. Permite reducir el estrés y la ansiedad por lo que merece la pena ponerse manos a la obra con el detergente para cuidar la higiene  como una terapia más que eficaz para sentirse mejor.

Hay diversas definiciones para el concepto de felicidad, pero se basa en un estado de armonía interna que se manifiesta como un sentimiento de bienestar perdurable en el tiempo. La sociedad lleva cientos de años investigando sobre las claves de la felicidad; y aunque como seres individuales no compartamos las mismas necesidades, profesionales y expertos en el bienestar personal comparten que la inclusión de ciertas actividades en la rutina diaria, mejoran la concepción de uno mismo y por tanto, la salud mental.

(Foto: E&J)

Por ejemplo, mucha gente cree erróneamente que el interés por el cuidado y la estética personal es algo meramente superficial. Sin embargo, se ha demostrado que el sentirse bien por fuera ayuda a sentirse bien por dentro. Cuidar la apariencia es un signo de salud mental y demuestra amor por uno mismo. Un cambio en la relación con el propio cuerpo puede ser un punto de inflexión en la vida. Como afirma el dicho popular “grandes cambios tienen que venir acompañados por un cambio de imagen” y es que cuando una persona está inmersa en una importante decisión vital es más propensa a someterse a un cambio drástico de look.

En esta misma línea, evitar el sedentarismo y practicar deporteo alguna actividad física es una de las recomendaciones para conseguir un estilo de vida saludable. Permite que el organismo se active y favorece que la mente se libere, gracias a la liberación de dopamina, serotonina y endorfinas. La Organización Mundial de la Salud recomienda que una persona adulta de entre 18 a 64 años haga un mínimo de 150 minutos a la semana de actividad física aeróbica, de intensidad moderada, o 75 minutos de actividad física aeróbica vigorosa. La práctica de ejercicio de intensidad moderada permite reducir el estrés, mejorando el estado de ánimo. También se ha demostrado que ayuda a mejorar el descanso y disminuir los problemas de insomnio.

En definitiva, es muy recomendable buscar tiempo en el día a día para dedicarnos a nosotros mismos e implementar nuevos hábitos y actividades que favorezcan nuestro bienestar personal. Meditar, cuidar nuestra alimentación, hacer ejercicio, etc. pueden convertirse en la mejor terapia para afrontar el estrés diario al que nos vemos sometidos.