Juan Roig, la historia de un empresario austero

El empresario valenciano Juan Roig Alfonso es uno de los españoles más exitosos y relevantes de los últimos tiempos. Esto se debe a que su actividad empresarial lo ha posicionado como la cuarta persona más rica de España según Forbes. Más allá su riqueza, lo que más destaca de su vida es la gran historia que hay detrás de su nombre y la estrategia que empleó para crear uno de los supermercados más conocidos a nivel nacional, Mercadona.

Roig, hijo de Francisco Roig y Trinidad Alfonso, nació en Valencia el 8 de octubre de 1949 en el seno de una familia muy emprendedora y con 5 hijos más. Su padre tenía la empresa Cárnicas Roig en la localidad valenciana de Pobla de Farnals, donde Juan se familiarizó con los entresijos del negocio de la alimentación.

En 1977, la empresa familiar se transformó a una cadena de utramarinos con el objetivo de poseer una mayor variedad de productos para la clientela, lo que supondría un gran paso para la constitución de Mercadona, que significa mercat de dona que traducido es mercado de la mujer.

Más tarde, acudió a la Universidad de Valencia donde consiguió el título de Ciencias Económicas y Empresariales en 1981. Junto a tres de sus hermanos y su esposa, Hortensia Herrero, adquirió el negocio de sus padres donde él tomó el cargo de director. En este instante, Mercadona comenzó su actividad de forma independiente con ocho tiendas de 300 metros cuadrados. Destaca que en 1982 fue la primera empresa en utilizar el lector de código de barras.

Proceso de expansión

(Foto: Mercadona)

El mercado comenzaría su proceso de expansión en 1988 tras hacerse con 22 tiendas del grupo de Supermercados Superette. De esta forma, se pasó a tener 30 establecimientos en la ciudad de Valencia. Un año más tarde, Mercadona compró la compañía Cesta Distribución y Desarrollo de Centros Comerciales acentuando así su alcance nacional y asomándose a la capital de España, Madrid.

Juan y su esposa compran en 1990 la mayor parte de las acciones del supermercado a los hermanos por lo que se convierten en los principales accionistas de Mercadona. Ocho años más tarde, logran realizar dos acuerdos de vital importancia; el primero fue una unión con Almacenes Gómez Serrano de Málaga y el segundo, la adquisición de Supermercados Villa de Cataluña con lo que lograron presencia en las ciudades más importantes del país.

Juan poseía en ese momento una gran cadena de supermercados que daban trabajo a 16.500 trabajadores y ofrecían sus artículos y productos en las principales ciudades españolas. Tras centrarse en una estrategia de adquisición de pequeños negocios y logrando su objetivo de expansión, Mercadona pasó a centrarse en el desarrollo de bloques logísticos para abastecer de manera rápida y eficaz sus supermercados.

Así pues, se adquirieron los siguientes bloques: el de Sant Sadurní d’Anoia (Barcelona) en el 2000; el de San Isidro (Alicante) en el 2003; el de Huevar (Sevilla) en el 2004; el de Granadilla de Abona (Tenerife) en el 2005; el de Cienpozuelos (Madrid) en 2007; el de Ingenio (Las Palmas de Gran Canaria) en el 2008; el de Guadix (Granada) en el 2013 y; finalmente el de Parc Sagunt (Valencia) en 2017.

Además, Mercadona destacó en 2016 por traspasar las fronteras e inaugurar dos supermercados en el país vecino, Portugal, en el que actualmente hay casi 20 supermercados.

Uso de las nuevas tecnologías

(Foto: Mercadonatech)

La irrupción de la digitalización en las empresas y el uso estandarizado de las nuevas tecnologías ha planteado un reto para Mercadona puesto que debe rentabilizar los costes logísticos y de distribución frente a los pedidos que se puedan hacer de forma online. Según el diario de Las Provincias, cada pedido supone un gasto de 16 euros al supermercado mientras que el consumidor solo paga 7,21 euros.

Juan y su equipo se enfrentan a la problemática que supone ofrecer un servicio de entrega a cualquier domicilio y de manera rentable que hasta ahora carece de solución.

Declaraciones polémicas

Juan Roig, presidente de Mercadona. (Foto: Mercadona)

Juan, según lo definen sus allegados, es un hombre serio, austero, práctico, obsesionado con la productividad y el ahorro y bastante tímido. Estas cualidades han ocasionado que no quiera formar parte de la farándula y alejarse lo máximo posible de la opinión pública. Aún así, debido a la reunión anual con sus socios concede entrevistas a los medios en los que se suele sacar siempre polémicas.

Sus últimas declaraciones que han desatada una disparidad entre la ciudadanía son: “Hemos subido los precios una burrada, pero no hacerlo habría sido un desastre”; esto se debe a la compleja situación económica y social que se está atravesando de manera global que está produciendo un encarecimiento de los productos de cualquier ámbito lo que aprieta los bolsillos de las personas.