La abogada gallega que acabó en la cárcel por amor
La nueva serie de Netflix está inspirada en la historia Tania Valera, una prometedora letrada que se convirtió en una de las fugitivas más buscadas por la Europol
(Imagen: E&J)
La abogada gallega que acabó en la cárcel por amor
La nueva serie de Netflix está inspirada en la historia Tania Valera, una prometedora letrada que se convirtió en una de las fugitivas más buscadas por la Europol
(Imagen: E&J)
Netflix ha logrado acaparar la atención de los espectadores con su nueva serie Clanes, una producción audiovisual española que, aunque no está basada en hechos reales, sí que está inspirada en una historia real.
La actriz Clara Lago da vida a Ana, una abogada que viaja hasta la localidad de Cambados (Pontevedra) con la intención oculta de investigar la muerte de su padre. Allí conoce a Daniel Padín, interpretado por Tamar Novas, heredero y cabeza del clan de droga que domina en el municipio. Padín y la letrada comienzan teniendo una relación profesional, pero la carisma de este joven narco logra que la abogada se deja llevar y se enamore de él.
Esta trama de amor está inspirada en una relación que mantuvieron a Tania Valera, una abogada de Cambados, y David Pérez Lago, hijastro de Laureano Oubiña, uno de los narcotraficantes más famosos de Galicia.
Una romance que acabó en prisión
Tras licenciarse en Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela, Valera comenzó su carrera en el Ayuntamiento de Cambados dirigiendo el primer centro municipal de Galicia de atención a las víctimas de violencia de género. Tenía un destino prometedor como letrada y su popularidad comenzó a crecer, lo que llevó a la entonces veinteañera e ilusionada gallega a montar su propio despacho de abogados, pero Valera no sabía que esa decisión le cambiaría la vida.
Un día de 2005 entró en su despacho David Pérez Lago, quien venía siguiendo los pasos de su progenitor, ya que hacía unos años había sido detenido en una operación en la que se intervinieron quince toneladas de hachís.
Cuando Pérez acudió al despacho de Valera lo hizo para pedirle ayuda por un problema de urbanismo, sin embargo, al poco tiempo la abogada acabó trabajando como su asesora jurídica. Ambos forjaron una relación amistosa que acabó convirtiéndose en una relación sentimental que sepultaría a Tania Valera.
La caída de Tania Valera
Como era de esperar, la historia de estos dos jóvenes gallegos no acabó bien para ninguno de ellos. Pérez fue detenido en el año 2006 tras intentar fallidamente introducir en España un alijo de dos toneladas de cocaína, valorado en 160 millones de euros. El joven narcotraficante fue detenido y encarcelado por ello, pero en ese proceso judicial arrastró con él a la que había sido su pareja, la abogada Tania Valera, declarando que ésta también había estado involucrada en la operación.
Tania Valera fue condenada por la Audiencia Nacional en 2011 a siete meses de prisión y dos multas solidarias de 318 millones de euros por un delito contra la salud pública y blanqueo de capitales, sin embargo, la sentencia fue recurrida (sin suerte), por lo que su ingresó en prisión no se solicitó hasta el año 2013, pero para esa fecha la abogada ya no se encontraba en el país. Se había dado a la fuga.
Valera se convirtió en la única mujer en la lista de los 70 fugitivos más buscados por la Europol, pero finalmente fue detenida en Sitges (Cataluña), donde se había instalado a vivir bajo una identidad falsa y junto a su hija, de la que no se tenía constancia, ya que nació durante el periodo que la acusada se había fugado.