La Asociación Mujeres Juezas de España publica su libro, ‘Hijas del miedo’, sobre la violencia de género

Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, ayer, 25 de noviembre, la Asociación Mujeres Juezas de España (AMJE) publicó su libro: Hijas del miedo. El texto recoge varios relatos reales de magistradas y fiscales de esta asociación en homenaje a la memoria de las víctimas de malos tratos. Las autoras expresan cómo las protagonistas de los hechos se han sentido al enfrentarse a las agresiones y el miedo posterior de que la justicia ponga en duda sus palabras y no actúe frente a sus agresores dejándolas desprotegidas. A través de los relatos, las juezas denuncian la violencia de género a nivel global y exigen políticas efectivas para su erradicación, haciendo una labor muy importante, y, todavía, muy necesaria visibilizando el sufrimiento y luchando por un cambio profundo en el sistema judicial, pero, sobre todo, social.

El libro recoge testimonios desgarradores, uno de ellos el de Estefanía y su hijo Aarón, quienes fueron brutalmente asesinados en Málaga en septiembre de 2013, El niño, que tan solo tenía cinco años fue testigo del asesinato de su madre a manos de su progenitor. Aarón presenció el momento en el que su madre caía al suelo, víctima de la violencia de género, sin poder hacer nada para evitarlo. Después de asesinar a la madre, acabó también con la vida de su hijo de cinco años. Un crimen tan atroz que marcó la vida de la fiscal que estuvo a cargo del caso, Flor de Torres.

Esta fiscal, ha declarado para Yo Dona, que: “la imagen de las zapatillas de Aarón y sus juguetes dispersos por la casa no me ha dejado en paz”. El caso le dejó un daño irreparable, tanto fue así que se obsesionó durante años pensando en cuánto tiempo tardaría el niño en morir, una cuestión que no dejó de preguntar a los forenses.

Este relato es uno de los 19 que conforman Hijas del miedo, en el que el resto de juezas han querido dar voz a las víctimas de género y a sus experiencias propias al enfrentarse a este tipo de casos. La idea de escribir el libro surgió en el club de lectura característico de AMJE, con el deseo de reflejar las distintas perspectivas de una realidad de la violencia de género, así como para desmontar falsos mitos y prejuicios que rodean este problema, desgraciadamente, habitual.

(Imagen: Planeta Libro)

La importancia de este libro recae en los testimonios de las magistradas y fiscales, las cuales han querido mostrar el impacto humano que tiene estos escalofriantes casos sin importar el puesto de trabajo o la perspectiva con la que se trate el asunto. Algunas de ellas han plasmado la frustración que les causa enfrentarse a situaciones en las que la justicia, para la que trabajan, es insuficiente a la hora de proteger a las víctimas.

«Tenemos que mantener una equidistancia. Protegemos a las víctimas, pero también a los acusados», explica De Torres en Yo Dona. A pesar de sus importantes cargos judiciales, en Hijas del miedo las juezas se muestran humanas y cercanas, delatándonos sus emociones y la lucha que les supone enfrentarse a los tribunales diariamente.

Por ello, además de testimonios de las víctimas y las juezas, el libro también contiene críticas al sistema judicial. Por ello, no dudan en incluir en algunos relatos la insensibilidad de ciertas decisiones tomadas por la Justicia, como lo son las preguntas invasivas sobre la vestimenta que portaban las víctimas durante los juicios. Lo que demuestra que, a pesar de los avances en la legislación, sigue habiendo una revictimización de las mujeres al ser tratadas como las culpables y no como las víctimas.

Hijas del miedo es también una reflexión sobre la necesidad de cambiar el enfoque de la justicia para que sea más cercana a las necesidades de las víctimas. La jueza, Carla Vallejo, explica para Yo Dona: “la justicia debe tener una mirada más sensible y protectora”. Y las 19 mujeres de la Asociación de Mujeres Juezas de España coinciden en el texto que la educación y sensibilización social son las herramientas clave para acabar con esta lacra que es una de las mayores amenazas para las mujeres.