La caída más grande de España solo apta para los más atrevidos
Huesca permite realizar los saltos de 'rope jump' más extremos del país
Mallos de Riglos (Foto: Gobierno de Aragón)
La caída más grande de España solo apta para los más atrevidos
Huesca permite realizar los saltos de 'rope jump' más extremos del país
Mallos de Riglos (Foto: Gobierno de Aragón)
El interés por las actividades de riesgo crece con el paso de los años ya que sus practicantes buscan el sentimiento extremo de la adrenalina. Los beneficios psicofisiológicos son el motivo por el que los españoles buscan cada vez más la realización de este tipo de ejercicios. El rope jumping está adquiriendo notoriedad ya que es la modalidad que posee una mayor longitud de caída, un elemento diferenciador y atractivo para los más atrevidos que, además, pueden practicarlo en los Mallos de Riglos, Huesca.
El rope jumping no debe confundirse con el puénting tradicional ya que es la variante más extrema de la práctica con unas caídas libres de vértigo. Además, la liberación de adrenalina es mayor frente a la popular actividad que une la palabra puente con el derivado -ing del inglés. Esto se debe a que emplea unas bandas de goma que permiten estirarse mucho más que el que se usa en la modalidad común lo que ocasiona que el cuerpo está en continuo rebote hasta quedar suspendido en el aire.
Existen tres subcategorías dentro del rope jumping; la llamada trampolín que es la variante que emplea las cuerdas elásticas, la catapulta usa un arnés alrededor del cuerpo por lo que las sensaciones son más estimulantes y, por ende, extremas; y la rampa que utiliza bicicletas, esquíes o trineos para lanzarse al vacío.
La persona que se considera el padre de esta práctica extrema es el estadounidense Dan Osman, que murió en 1998 mientras realizaba un salto a los 35 años por el fallo de una de sus cuerdas. Es reseñable señalar que es una práctica muy compleja ya que la técnica para asegurar los mecanismos y las cuerdas es bastante difícil y cualquier error resulta en accidentes fatales. En el caso de Osman, su banda se rompió debido al roce con otra auxiliar.
Oportunidad en Huesca
Los Mallos de Riglos es un accidente geográfico que forma parte del Prepirineo aragonés y que, además, goza de la protección como Monumento Natural ya que es el hábitat de buitres y otras aves rapaces autóctonas de la zona. Asimismo, destaca por sus paredes rocosas gigantes que resultan en el páramo perfecto para realizar escalada, senderismo e. incluso, rope jumping.
Las velocidades que se alcanzan en la actividad, que pueden llegar a sobrepasar los 100 kilómetros por hora, instan a realizarlo en parajes naturales que posean paredes verticales de gran altura para garantizar cierta seguridad y una distancia prudencial con el suelo para que el mecanismo de las cuerdas actúe de manera efectiva. Por esta razón, el entorno natural aragonés es ideal para su práctica.
Así pues, el récord de la caída con mayor distancia se realizó en 2013 en la provincia de Huesca desde La Visera en Mallos de Riglos donde se consiguió la increíble cifra de 180 metros. Los protagonistas que han conseguido lograr esta hazaña son el equipo francés Pyrénaline que se precipitó durante 6 segundos al vacío en el que recorrieron 180 metros.