La importancia de contar con un mentor en el desarrollo profesional del abogado

La figura del mentor se erige como un faro indispensable para guiar a los abogados en su trayectoria profesional. Para los jóvenes que recién comienzan su carrera, así como para aquellos con experiencia que buscan crecer y adaptarse, contar con un mentor sólido puede marcar la diferencia entre el éxito y el estancamiento.

El concepto de mentoría tiene sus raíces en la mitología griega, donde Mentor era un sabio consejero de Ulises en la Odisea. En el contexto legal contemporáneo, un mentor es un profesional con experiencia y conocimientos que brinda orientación, consejo y apoyo a abogados menos experimentados. Este vínculo mentor-aprendiz no solo implica transmitir conocimientos técnicos, sino también compartir lecciones de vida, valores éticos y habilidades interpersonales.

Antonio Moya, fundador de la consultora de recursos humanos y selección de abogados AMX Consulting y profesor colaborador del Máster de Acceso a la Abogacía en el IE Law School y en la universidad CEU San Pablo y miembro del Tribunal del Máster de Acceso a la Abogacía de la universidad de Navarra, afirma en esta entrevista para E&J, que “un buen mentor debe de tener las características de un buen jefe, tiene que tener gusto por enseñar y transmitir conocimiento y experiencia y sobre todo, tiene que ser asertivo, que trate los temas con firmeza pero con tacto y cariño”

Y es que, en el ajetreado mundo legal, a veces las figuras superiores de los despachos de abogados tienen problemas de comunicación a la hora de corregir el trabajo de los juniors, lo que hace que estos se lleguen a sentir desmotivados ante su futuro en la firma, por ello, Antonio cree que la clave está en “tener la delicadeza de hacer cambios y correcciones sin que llegue a causar una ofensa, especialmente en el caso de los juniors”.

Beneficios tangibles e intangibles

Los beneficios de tener un mentor en la abogacía son diversos y significativos. En primer lugar, un mentor puede ayudar a acortar la curva de aprendizaje al proporcionar información práctica sobre procedimientos legales, estrategias de litigio y desarrollo de negocios. Además, ofrece una visión única basada en su propia experiencia, ayudando al mentee a evitar errores comunes y a tomar decisiones mejor informadas. Para Antonio Moya “es importante tener una persona de referencia que va a tener respuesta a cuestiones que no va a estar necesariamente en ningún manual ni portal interno”

Sin embargo, más allá de los conocimientos técnicos, la mentoría también aporta beneficios intangibles. Un mentor actúa como un confidente y un guía en momentos de incertidumbre y desafíos profesionales, brindando apoyo emocional y motivación para perseverar en momentos difíciles. Además, fomenta el crecimiento personal y profesional al desafiar al aprendiz a ampliar sus horizontes, asumir responsabilidades y cultivar su propia identidad como abogado.

Una de las características más valiosas de la relación mentor-mentee es su naturaleza colaborativa y de largo plazo. A diferencia de una relación cliente-abogado, donde la interacción puede ser transaccional y fugaz, la mentoría implica un compromiso mutuo de desarrollo continuo. Los mentores no solo comparten su experiencia y conocimientos, sino que también abren puertas a oportunidades profesionales, presentan a sus mentees a su red de contactos y los ayudan a establecerse en la comunidad legal.

Beneficios para los bufetes

Además de los beneficios que aporta a los abogados que cuentan con el apoyo de un mentor, también son los bufetes los que se benefician de ello.

Los mentores desempeñan un papel fundamental en el desarrollo profesional de los abogados junior. Ayudan a estos profesionales emergentes a identificar y alcanzar sus metas, así como a superar los obstáculos y desafíos que puedan encontrar en su trayectoria. Esta orientación contribuye al crecimiento y la evolución continua de los profesionales del bufete. “Un buen mentor va más allá del trabajo rutinario del día a día, trata cuestiones de gestión interna del propio bufete” confirma el headhunter de abogados.

Moya destaca dos beneficios clave: la retención de talento y una adaptación al bufete más rápida.

La promoción de la cultura organizacional es un aspecto clave. Los mentores transmiten los valores, normas y prácticas que definen la firma, facilitando la integración y adaptación de los nuevos miembros al entorno laboral. “Es importante que se adapte a la cultura y funcionamiento de un despacho concreto y a todos sus problemas, que son distintos en cada firma, lo que hace que la adaptación sea más rápida”

Un plan de mentores efectivo también puede aumentar significativamente la retención de talento en el bufete. Los abogados que se sienten apoyados y valorados tienden a estar más comprometidos con su trabajo y son más propensos a permanecer en la firma a largo plazo.

Los mentores preparan a sus pupilos para asumir roles de liderazgo en el futuro. Al fomentar el desarrollo de habilidades de liderazgo y gestión, contribuyen a la formación de una nueva generación de líderes dentro del bufete. Sin embargo, Antonio Moya destaca la importancia de que esta función esté presente a lo largo de toda la carrera profesional: “El paso de senior- counsel a socio se descuida en muchas firmas actualmente. Se sucede un cambio muy drástico en el abogado que hasta ese momento estaba acostumbrado a trabajar y adquirir un nivel técnico y a trabajar en los asuntos que le encomendaban en la firma y pasar a tener una responsabilidad de captación de clientes. Y de desarrollo de negocio. Y esta transición tiene mayores garantías de éxito es mejor si se hace de la mano de un mentor”

“Creo que las firmas en general se tendrían que preocupar mucho por esta transición y de hacer todo lo posible para que los abogados, de dichas categorías, se formen de la mejor manera posible en el desarrollo del negocio y si luego no alcanzan con los estándares que establece la firma que se gestione su salida con arreglo a su política de “up or out”. Se trata de que las firmas asuman la responsabilidad de hacer todo lo que esté en su mano para preparar a sus abogados para esa transición que es muy complicada”.

La mentoría también desempeña un papel crucial en la transferencia intergeneracional de conocimientos y valores. Los abogados más jóvenes pueden aportar una perspectiva fresca y habilidades tecnológicas, mientras que los más experimentados ofrecen sabiduría acumulada a lo largo de los años y una comprensión profunda de los fundamentos del derecho. Esta interacción entre generaciones no solo enriquece la profesión, sino que también contribuye a construir puentes de entendimiento y colaboración en un entorno cada vez más interconectado.

Cómo encontrar y cultivar una relación de mentoría

Para aquellos que buscan un mentor en el mundo legal, es fundamental ser proactivos y estratégicos. En primer lugar, identificar a posibles mentores dentro y fuera de la propia firma o institución legal puede ser el primer paso crucial. Buscar a aquellos que compartan intereses, valores y objetivos profesionales similares puede facilitar el establecimiento de una conexión significativa.

Aunque Antonio cuenta que “a veces el mentor surge de manera natural, a través de una buena relación con tu jefe o con algún socio que está por encima y te acaba ayudando y ocurre de manera extraoficial y por lazos personales”.

Una vez establecida la relación mentor-mentee, es importante mantener una comunicación abierta y honesta, establecer metas claras y respetar el tiempo y los límites del mentor. La mentoría es una asociación mutuamente beneficiosa que requiere compromiso y reciprocidad por ambas partes.