Las bebidas más refrescantes para consumir este verano
Mantener hidratado el cuerpo todo el año es muy importante, pero especialmente cuando suben las temperaturas
(Foto: E&J)
Las bebidas más refrescantes para consumir este verano
Mantener hidratado el cuerpo todo el año es muy importante, pero especialmente cuando suben las temperaturas
(Foto: E&J)
Nuestro organismo está compuesto de un 60% de agua. Este elemento cumple una función fundamental: regular la temperatura del cuerpo humano, a la vez que aporta sales minerales a las células y a los órganos.
El efecto contrario a la hidratación es la deshidratación y, aunque algunas personas puedan creer que se exagera con este tema, la gravedad de esta lesión puede ser desde leves calambres musculares hasta golpes de calor que ponen en riesgo tu vida, e incluso, episodios prolongados de deshidratación que pueden causar problemas renales y urinarios.
La deshidratación es un proceso progresivo que empieza con la sensación de sed. En caso de no beber suficiente agua para compensar la que se pierde, el cuadro clínico irá empeorando. Disminuirá la cantidad de sudoración y de orina; el agua pasará del interior de las células al torrente sanguíneo para evitar que decrezca la cantidad de sangre y la presión en las arterias; las células se contraerán; y finalmente el organismo comenzará a funcionar incorrectamente.
Para mantener el organismo hidratado se le debe aportar continuamente líquidos. Los médicos recomiendan beber entre dos y tres litros de líquidos al día, pero no vale cualquier tipo de bebida, como es el caso del alcohol. Si bien es cierto que en verano es muy apetecible beberse una jarra fría de cerveza o de tinto de verano para la sed, se debe limitar el consumo de bebidas que contengan alcohol ya que tienen el efecto contrario al deseado. En el caso de la sangría, se puede rebajar el porcentaje añadiéndola más hielos.
Lo mejor que se puede hacer es optar por consumir bebidas que aporten directamente beneficios en el organismo para evitar sufrir un problema de salud derivado de la deshidratación.
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Agua
Es el líquido por excelencia a consumir. Que esté fría pero tampoco en exceso pues, cuanto más fría está la bebida más tarda en hidratar. El consumo de agua tiene un impacto positivo en la salud a nivel general, provocando beneficios muy variados, no solo en el rendimiento y buen funcionamiento de los órganos internos, sino también a nivel exterior, es decir, en la piel. Aporta nutrientes valiosos y oxígeno a las células del cuerpo.
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Gazpacho
Esta sopa fría contiene gran cantidad de agua y sales minales por lo que es la bebida perfecta para mantenerse bien hidratado. También aporta otros beneficios como es el alivio de la fatiga, mejorar el rendimiento del organismo, favorecer la digestión y aporta nutrientes. Al estar compuesto por verduras como el tomate, el pepino, los ajos o el pimiento, aporta vitaminas A, C y E que refuerzan la protección del organismo frente a bacterias y virus.
Además de los beneficios hidratantes, esta bebida también tiene propiedades antioxidantes que previenen las arrugas y manchas de la piel que suele provocar el sol en esta época del año al estar tan expuestos a él.
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Lácteos
La deshidratación hace que el cuerpo pierda vitaminas y sales minerales, mientras que la leche no solo hidrata al organismo, sino que también lo nutre. Su composición en sodio actúa como una esponja reteniendo el agua del cuerpo. Es una fuente de vitaminas al contener la A, D y E. Además de esas ventajas, también aporta minerales como el calcio o el magnesio, entre otros.
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Bebida isotónica
Concentra la misma cantidad de sales minerales que nuestro medio interno, por tanto, la concentración de electrolitos es similar a la de las células del organismo. Al consumir este tipo de líquido se reponen los minerales que se han perdido, recuperando la hidratación. Se recomienda principalmente el consumo de bebidas isotónicas cuando se realizan actividades deportivas en las que se suda de manera notable, aunque también se pueden consumir sin la necesidad implícita de haber practicado ejercicio físico.
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Zumos de fruta
Aportan un alto contenido en agua, entre el 85% y 90%, pero también dotan al organismo de nutrientes esenciales y vitaminas, logrando mantener una dieta equilibrada. Los zumos contienen glicina, un aminoácido que estimula la absorción de sodio y agua, además de contener fibra que ayuda a retener la humedad en el tracto final del intestino. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el consumo de frutas y verduras cinco veces al día, aunque un vaso de estos zumos puede sustituir a una de las raciones de fruta fresca recomendada.
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El té o infusiones
Los tés en invierno ayudan a regular la temperatura corporal si se consumen calientes, pero también pueden tomarse en frío, siendo una buena opción para el verano. Se trata de una bebida diurética que, además de favorecer la reducción de colesterol, posee propiedades antioxidantes e hidrantes. Se prepara de igual modo que en invierno con la única diferencia de tener que agregar menor cantidad de agua caliente ya que, a posteriori, se añadirá hielo para enfriar el líquido.