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Estilo de Vida

Las universidades españolas utilizan la IA para preparar a los futuros abogados a comunicarse con el cliente

Algunas herramientas de IA jurídica ya incorporan funciones para enseñar a cualquier persona a entender el lenguaje legal y romper la barrera que separa a los abogados de sus clientes

(Imagen: Juristo)

Ana Sánchez Blázquez

Redacción E&J




Tiempo de lectura: 3 min

Publicado




Estilo de Vida

Las universidades españolas utilizan la IA para preparar a los futuros abogados a comunicarse con el cliente

Algunas herramientas de IA jurídica ya incorporan funciones para enseñar a cualquier persona a entender el lenguaje legal y romper la barrera que separa a los abogados de sus clientes

(Imagen: Juristo)



Cuando pensamos en la carrera de Derecho, enseguida nos viene a la mente la gran cantidad de información que los alumnos tienen que estudiar de memoria para ser capaces de repetirla con literalidad en los exámenes.

Sin duda, una exigente y reconocida preparación que forma a los futuros juristas al más alto nivel de cara a su salida al mundo profesional, de cara a preparar un caso, de cara a exponer los argumentos en un juicio o de cara a relacionarse con otros profesionales dentro del sector.



Pero ¿qué pasa cuando estos tienen que relacionarse con un cliente? Es decir, ¿qué sucede cuando tienen que comunicarse con el resto de ciudadanos que no se han formado en Derecho y acuden con un asunto que no saben gestionar?



Según un estudio de la compañía americana de investigación, Gardner&CO, a las personas no les gusta tratar con abogados porque, tal y como explicó su CEO, Heidi K. Gardner, se sienten “tontas” por no hablar su “mismo idioma”.

Algo que supone una enorme barrera que separa a los profesionales legales de sus clientes. Una barrera en la comunicación legal que ha sido siempre una de las mayores preocupaciones del sector porque impide ofrecer una experiencia excelente de usuario, generar una relación de confianza entre abogado y cliente y, por tanto, una fidelización.



Una barrera que hasta ahora se hacía muy difícil salvar. Y es que, gracias a la tecnología y a la IA, ya existen algunas herramientas que tienen la capacidad de cambiar el lenguaje legal y específico del sector, a un lenguaje completamente adaptado a diferentes necesidades y particularidades de comprensión.

Cada vez existen más soluciones de este tipo, entre ellas, Justicio. Esta herramienta ofrece un servicio basado en IA que potencia la comunicación entre los profesionales legales y sus clientes, gracias a su capacidad de ofrecer respuestas legales fundamentadas y transformarlas para diferentes perfiles. Además, incorpora una funcionalidad que adapta el lenguaje jurídico para que sea comprensible para cualquier perfil.

(Imagen: E&J)

Gracias a este tipo de soluciones, las universidades por fin pueden formar a los futuros juristas de una manera, no solo teórica, sino también práctica e innovadora. Solo así son verdaderamente conscientes de los retos del sector y del impacto real del lenguaje en la comunicación legal, saliendo, como resultado, más preparados que nunca al mundo profesional.

Universidades como CEU Cardenal Herrera, Rey Juan Carlos o la Universidad de Extremadura, entre otras, ya están llevando a cabo dichas prácticas a través de simulacros reales de comunicación a clientes, asumiendo los alumnos el rol de procuradores y abogados.

Preparan a sus alumnos enfrentándoles a desafíos simulados tales como: una explicación de la viabilidad de sus casos, resolución de consultas de forma fundamentada, actualización del estado de sus asuntos, análisis de fallos y sentencias…

La Decana de la Facultad de Derecho, Empresa y Ciencias Políticas CEU Cardenal Herrera, Esperanza Ferrando, asegura que han tenido “una experiencia muy positiva” ya que este tipo de soluciones “simplifica mucho la consulta y comprensión del ordenamiento, algo que la convierte en una herramienta útil, confiable, accesible” coincidiendo con uno de los estudiantes y miembros de su equipo de Legal Hackers, Enrique Roger, que señala que “poder integrarla en nuestra formación es crucial”.

Los beneficios de esta tecnología aplicada a la educación legal no se limitan a la formación universitaria de los futuros abogados y procuradores.

Adolescentes y niños en etapas tempranas están acercándose como nunca a la Ley de una forma sencilla e incluso divertida gracias a esa adaptación total del lenguaje y a la aplicación práctica en mediaciones, conflictos y situaciones del día a día.

«Por fin podemos impulsar actividades en los jóvenes y en los más pequeños que les hacen comprender sus derechos y deberes para crecer como ciudadanos informados y responsables», destaca el Claustro de profesores del Colegio del Salvador (Jesuitas) de Zaragoza.