Siete pautas para reducir la ansiedad

La ansiedad es un sentimiento de miedo e inquietud. Es una emoción normal que se experimenta en situaciones en las que la persona se siente amenazada por un mal interno o externo determinado.

Un cierto grado de ansiedad proporciona el componente de alerta necesario para hacer frente a situaciones peligrosas o problemáticas. Los nervios de la tarde previa a un examen nos ayudan a estar más concentrados. Ahora, en plena pandemia, el miedo al contagio es lo que nos ha hecho ser precavidos.

La ansiedad se convierte en algo preocupante cuando se prolonga por periodos largos de tiempo y resulta desproporcionada en relación con el estímulo desencadenante o, más aún, cuando no existe ningún peligro ostensible que la justifique. Cuando la ansiedad se presenta en momentos inadecuados o es tan intensa que interfiere con la vida normal de una persona, hablamos entonces de un trastorno de ansiedad generalizada. Si es este su caso, debería ponerse en manos de un profesional. Cada persona es diferente, pero, por lo general el trastorno de ansiedad generalizada puede superarse con psicoterapia, fármacos o una combinación de ambos.

(Foto: E&J)

Para ayudar a controlar la ansiedad moderada, que aparece en situaciones determinadas y que no constituye un trastorno, presentamos una lista de consejos que pueden ser de utilidad.

1. Hacer ejercicio

El ejercicio físico aumenta la producción de endorfinas. Las endorfinas son péptidos (pequeñas proteínas) cuya estructura química es similar a la morfina. Funcionan como neurotransmisores, estimulando receptores especializados en el sistema nervioso central, produciendo así la sensación de bienestar.

Un simple paseo de 30 o 40 minutos es suficiente para conseguir los efectos beneficiosos y ayudarte a controlar tu estado anímico.

2. Piensa cómo resolver tus problemas

Muchas veces, lo que nos desencadena la ansiedad es una tarea pendiente a la que no sabemos como ponerle solución. También es posible que sean muchas las ocupaciones a las que debemos hacer frente, tantas que no sepamos bien por dónde empezar. En estos casos, puede ser útil hacer una lista con todas las cuestiones que nos preocupan y apuntar a su lado posibles soluciones.

3. Duerme bien

La ansiedad hace que conciliar el sueño sea difícil y, a su vez, dar vueltas en la cama viendo pasar las horas sin poder dormir, incrementa el estrés. Si tienes problemas para relajarte, puedes probar a realizar una actividad tranquila justo antes de acostarte: leer un libro, escuchar algo de música… Es conveniente evitar las pantallas porque la luz azul nos desvela.

Una infusión relajante o un baño caliente también pueden ser de ayuda para conseguir un mejor descanso nocturno.

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4. Ni alcohol ni cafeína

La cafeína es un psicoestimulante. Las investigaciones sugieren que puede aumentar los síntomas del trastorno de ansiedad generalizada y también desencadenar ataques de pánico.

Por su parte, el alcohol no es recomendable por sus propiedades sedantes. Puede inducir a la persona a entrar en un círculo vicioso: bebe alcohol para relajarse pero, como los niveles de estrés aumentan una vez que los efectos iniciales desaparecen, acaba bebiendo más.

5. Usa velas aromáticas o aceites esenciales

La aromaterapia es una técnica natural que utiliza el olor de diversos aceites esenciales para estimular diferentes partes del cerebro, siendo muy eficaz como tratamiento complementario para reducir el estrés y la ansiedad. Algunos aromas particularmente calmantes son la lavanda, las flores de naranja o la bergamota.

6. Pasa tiempo con tus amigos y familiares

El apoyo de las amistades o la familia puede ayudarte a sobrellevar momentos difíciles.

7. Respiración profunda

Cuando en nuestro organismo se activa un nivel de alerta considerable, tendemos a hiperventilar, por ello, resulta muy útil integrar en el día a día formas de respiración controlada. Si prestamos atención a nuestra respiración, favoreceremos también la relajación