Torrent de Pareis, el monumento natural español más bello
El litoral mallorquín permite realizar una infinidad de actividades al aire libre
Torrent de Pareis (Foto: Barcelo.com)
Torrent de Pareis, el monumento natural español más bello
El litoral mallorquín permite realizar una infinidad de actividades al aire libre
Torrent de Pareis (Foto: Barcelo.com)
La Real Academia Española (RAE) define la palabra monumento como: “una construcción que posee valor artístico, arqueológico, histórico”. Este significado que se le ha dado al término ha provocado que el imaginario colectivo no sea capaz de concebir un entorno natural como tal. Pero eso no es cierto, ya que España posee el monumento natural más bello que ha sido creado por la madre naturaleza. Se trata de Torrent de Pareis en Mallorca.
Las islas baleares son conocidas por sus fiestas, playas y aguas cristalinas, pero los turistas deben ser conocedores de que la región insular guarda muchas joyas escondidas por el territorio que están esperando a ser visitadas.
En 2003, el gobierno balear nombró el espacio como monumento natural, siendo el tercero de las islas. Así pues, el torrente ha adquirido una serie de protecciones medioambientales con las que se ha limitado el turismo para evitar el daño del entorno.
Torrent de Pareis es un cañón considerado como una obra de arte que la naturaleza ha ido esculpiendo durante muchos años por la acción erosiva del agua torrencial. Se trata de un mágico encuentro entre dos elementos, el agua y la tierra, que acaban convergiendo en el mar. Además, se une con Torrent del Gorg Blau y el Torrent de Lluc, dos accidentes geográficos que transportan agua durante tres kilómetros que atraviesan acantilados. Asimismo, todos ellos acaban en la cala de Sa Calobra donde se puede disfrutar de su playa.
Su nombre pareis significa paridad o pares y esto se debe a la simetría que presentan los torrentes que desembocan en el mar de una forma muy cuidada y perfecta.
Infinidad de actividades
El lugar es ideal para la realización de varios deportes ya que el cañón ofrece rutas de senderismo que permiten disfrutar de las preciosas vistas que ofrece el paisaje. Debido a que hay paredes verticales de una altura superior a los 200 metros, los más atrevidos tienen la oportunidad de hacer barranquismo o rapel.
Se aconseja visitar la zona entre mayo y octubre puesto que son los meses secos de la región insular ya que, si ha llovido, las rocas son muy resbaladizas y suponen un gran riesgo para el bienestar de los visitantes.
Además, desde 1964, se realizan conciertos el primer domingo de julio ya que el pintor catalán Josep Coll Bardolet promovió, en su primera edición, el movimiento hippy. Se ha convertido en un acto emblemático de Mallorca en el que se puede disfrutar de música clásica o jazz en un auditorio natural.
Las personas que prefieran un tipo de descanso más típico están de suerte debido a que la cala de Sa Calobra tiene acceso para vehículos e, incluso, barcos.