Trasmoz, el pueblo excomulgado de España

La iglesia católica ha tenido una gran influencia en la Península Ibérica moldeando sus ciudades y las costumbres de sus habitantes. Resulta común que los edificios religiosos se ubiquen en los centros de todos los municipios de España y se sigan celebrando festividades en honor a santos. Es indiscutible el gran arraigo cultural que la fe posee en el país, pero lo que pocos conocen es que en sus territorios existe un pueblo excomulgado. Se trata de la localidad zaragozana Trasmoz.

Su excomulgación se remonta a 1255 ya que el abad del Monasterio de Veruela, Andrés de Tudela, tenía constantes altercados con los vecinos de la localidad de Trasmoz. Las provisiones de madera resultaron ser el mayor desacuerdo entre los habitantes del municipio y el clérigo por lo que, en un arrebato de ira, decidió desterrar a toda la población del Reino de los Cielos por toda la eternidad. La única manera de volver a instaurar un catolicismo aceptado por la iglesia actual correría a cargo del papa Francisco que sería el encargado de ordenar su excomulgación.

Cabe destacar que este no es el único incidente litúrgico que Trasmoz experimentó, sino que, tres siglos después, el Monasterio de Veruela repitió otra vez su reprimenda contra el pueblo. Esta vez el conflicto no derivó por la gestión de la madera sino por otro recurso natural, el agua.

Trasmoz (Foto: tour del viajero)

En 1511, el señor de Trasmoz Pedro Manuel Ximénez de Urrea discutió con el abad ya que los clérigos del monasterio desviaron el curso natural del agua para desabastecer a la localidad zaragozana. La Corte de Aragón tuvo que mediar en la problemática y fallo a favor del señor lo que ocasionó la furia de la figura religiosa que no dudo en volver a maldecir el municipio.

Atractivo turístico

Debido a su interesante origen, el pueblo atrae a cientos de turistas al año. Además, esconde una infinidad de curiosidades que aguardan a ser descubiertas por los visitantes ya que, por ejemplo, los restos del inventor de la fregona descansan en la localidad.

Trasmoz (Foto: Turismo de Aragón)

Es reseñable que el ilustrísimo Bécquer sintió tal arraigo por la zona que decidió mudarse durante un tiempo al Monasterio de Veruela ya que era idóneo para recuperarse de tuberculosis y tener la mente desocupada para escribir grandes obras. Desde mi celda son varias cartas que el poeta-escritor dedicó a Trasmoz.

Asimismo, la localidad celebra anualmente aquelarres de brujas en su famosa Feria de Brujería y posee un museo en el que se relatan una infinidad de leyendas. El Castillo del municipio es digno de ver ya que los procesos de restauración han dado sus frutos y parece haberse quedado atrapado en el tiempo.