Trucos para pagar menos por tus seguros

Sentir que estás protegido por las pólizas de los seguros aporta gran satisfacción al pensar que no habrá que afrontar un gasto elevado de dinero en un determinado momento. Pero lo cierto es, que abonas más cantidad de la deberías por ellos.

Existen determinados detalles que debes tener en cuenta a la hora de contratar una póliza, independientemente si es para el hogar, de salud o de algún vehículo. Puedes ahorrar dinero en tus seguros, ya se comparando tú mismo los precios y condiciones, o bien, pidiendo asesoría profesional.

1. Aprovecha las promociones

Las compañías de seguros están constantemente promocionando ofertas para mejorar los servicios respecto a los de sus competidoras y, así, atraer más clientes. Esto es bueno porque siempre existe la posibilidad de mejorar los precios y las condiciones a nuestro favor.

Compara las oportunidades que te ofrece cada aseguradora para tomar una buena elección, pero ten cuidado, por a veces un seguro muy barato puede camuflar deficiencias de cobertura.

También es importante no contratar ninguno nuevo sin antes saber qué ocurre con el anterior. Ten en cuenta los plazos establecidos por ley que firmaste en el último contrato antes de comprometerte con un seguro nuevo. Espera a finalizar uno para firmar otro.

(Foto: E&J)

2. Centra tus necesidades

Una de las formas más sencillas de ahorrar dinero es contratar solo los seguros y las protecciones que necesites, eliminando las coberturas innecesarias o, que al menos, no son tan importantes como otras.

De mismo modo, es recomendable que agrupes todos tus seguros dentro de una misma entidad en vez de en compañías especializadas en una rama. La explicación es que si centras tus seguros en una sola entidad es más probable que te ofrezcan mejores condiciones y descuentos por volumen. Lo que se traduce en que te permitirá negociar un contrato más ventajoso a tu favor en las renovaciones.

3. Evita las duplicidades

Antes de contratar nada, investiga. Hay veces que otros seguros ya nos cubren ciertos elementos y no lo sabemos. Como por ejemplo la póliza que tiene contratada la comunidad de vecinos de tu edificio. Una parte de esa póliza le corresponde a tu vivienda y, por tanto, podrás descontar lo que esa póliza ya te cubre de tu seguro propio de hogar.

De igual modo, revisa las cláusulas de los seguros que tienes firmados, algunas cláusulas se reputen en otras pólizas. Negocia con la aseguradora y elimina las necesidades que ya están cubiertas.

(Foto: E&J)

4. No fracciones la prima

La manera en que abonas la póliza también será una variable a la hora de determinar la cantidad que pagarás en tu seguro. Las aseguradoras suelen incluir recargos cuando los clientes piden apoquinar la cantidad establecida a plazos.

Si puedes permitirte pagar el seguro en un único pago, mejor. Intenta abonar la cuota una vez al año sin ningún fraccionamiento.

5. Comprueba tu tarjeta bancaria

Hay muchas personas que no lo saben, pero las tarjetas bancarias –independientemente de si son de crédito o débito- incluyen pólizas de diferente índole. Por lo que volverías al truco número tres de este artículo: no pagues por duplicidades. Comprueba con tu entidad bancaria qué tienes cubierto para evitar pagar también por ello en otros seguros.