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Estilo de Vida

Un Mago en América: El mágico viaje de José Ruiz en tres actos

El talento de José Ruiz en un espectáculo cargado de risas, sorpresas y emoción

(Imagen: Alberto Sanz Blanco/E&J)

Alberto Sanz Blanco

Periodista, analista y crítico cultural




Tiempo de lectura: 4 min

Publicado




Estilo de Vida

Un Mago en América: El mágico viaje de José Ruiz en tres actos

El talento de José Ruiz en un espectáculo cargado de risas, sorpresas y emoción

(Imagen: Alberto Sanz Blanco/E&J)



Nuestras historias y vivencias se entrelazan para forjar la esencia única de nuestra existencia. Cada experiencia contribuye a dar forma a nuestra identidad y determina la manera en que nos enfrentamos al mundo. En última instancia, somos el resultado de nuestras experiencias y cómo elegimos interpretar y aprender de ellas. Algunos comparten su historia a través de un libro o una película y otros deciden contarlo de viva voz en un espectáculo personal. Este es el caso de José Ruiz, quien a través de la magia nos reúne en el Teatro Fígaro para conocer cuál es su historia.

 



(Imagen: Alberto Sanz Blanco/E&J)

 

La magia, como concepto, ha saltado de la pantalla pequeña para consolidarse en recintos especializados, contando con el respaldo de destacadas productoras como Smedia. En estos espacios, el espectador tiene la oportunidad de presenciar en vivo los trucos y maravillarse con los efectos. Debido a la proliferación de espectáculos, es responsabilidad del ilusionista hacer que cada actuación sea única, infundiendo en cada número un toque personal que perdure en la memoria del espectador. Este joven madrileño, quien comenzó a experimentar de forma autodidacta a los ocho años, domina esta habilidad a la perfección. Después de algunos actos preliminares, se abre al público invitándonos a un viaje mágico a través del país de las historias y el entretenimiento. En otras palabras, Ruiz no aspira a ofrecer simplemente otro espectáculo para demostrar sus destrezas, más bien, busca ser el guía de un relato basado en sus propias vivencias; y ciertamente, cumple de forma sorprendente su objetivo.



El arte de narrar historias, conocido como storytelling en inglés, se extiende de manera transversal y se manifiesta en diversas disciplinas como la comunicación, la política y el marketing. Sin embargo, surge un problema cuando la historia enmascara la carencia de contenido o carece de relación con lo que se expone. Esta premisa no tiene cabida en «Un mago en América». La conexión entre la magia y los viajes del protagonista añade un nivel profundo de significado al espectáculo. Cada truco se convierte en un capítulo en esta fascinante historia, y cada ilusión se vincula a una experiencia personal que Ruiz, con la hábil narrativa de Rafa Egea, comparte con la audiencia, otorgando a cada acto una capa adicional de autenticidad y significado.

 

(Imagen: Alberto Sanz Blanco/E&J)

 

Como crítico y seguidor apasionado de espectáculos mágicos, nunca había sido testigo de un conocimiento tan profundo y exhaustivo de la baraja como el que Ruiz posee. El campo de la cartomagia requiere de un dominio absoluto de la técnica, la psicología y la estética en la presentación. El joven ilusionista lleva esta disciplina a un nivel completamente nuevo. Su manejo de las cartas es tan fluido y preciso que parecen cobrar vida propia en sus manos. Cada movimiento está sincronizado a la perfección y su habilidad para crear ilusiones y revelaciones asombrosas con una simple baraja de cartas es absolutamente impresionante. El montaje ha contado con el asesoramiento mágico de los prestidigitadores Raymon, Pepo Capel y Fito Crowford, donde, mediante una serie de números, nos sitúa en tres lugares concretos de Estados Unidos que, como comprenderán, no revelaré. Es en este punto donde el también autor de Una hora de secretos en el Teatro La Escalera de Jacob, con más de 250 funciones, demuestra su autoridad, maestría y dominio del arte de la cartomagia de una manera difícil de igualar.

Más allá de limitarse a la magia convencional, José Ruiz la emplea como un medio para adentrarse en el arte de la adivinación. El ganador del Segundo Premio en el concurso Magia Joven – Jóvenes Promesas del Festival Toledo – Ilusión, demuestra la capacidad de anticipar las elecciones del público, adivinar números y letras de forma aparentemente inconexa y, lo más asombroso, vincular su viaje personal con el de cada espectador. No contento con esto, los números se entrelazan hábilmente mediante una trama argumental cautivadora, creando conexiones significativas entre todos ellos. A medida que Ruiz comparte sus historias personales y su evolución como mago, los números adquieren vida dentro de un contexto más amplio y profundo. Esta interconexión no solo da forma a un espectáculo fluido y coherente, sino que también invita al público a sumergirse en una narrativa mágica, singular y sentirse parte integral de la misma.

 

(Imagen: Alberto Sanz Blanco/E&J)

 

Ver a José Ruiz en acción es una experiencia única que deja al espectador asombrado y con la sensación de haber presenciado algo verdaderamente extraordinario. Su habilidad para involucrar a la audiencia en sus actos es admirable, demostrando una maestría excepcional en la presentación y un profundo entendimiento de la psicología del espectador. Su participación en programas televisivos como «Madrid Directo» y «Got Talent», así como en eventos corporativos y actuaciones para empresas e instituciones, ha contribuido sin duda a su destreza en el escenario. Con su encanto y carisma, el buen uso de los recursos electrónicos y su particular humor logra no solo sorprender y asombrar, sino también crear una conexión genuina y conducir a la audiencia a un viaje mágico y entretenido que nunca olvidarán. En definitiva, Un mago en América es un espectáculo que no solo deslumbra con sus trucos de cerca, sino que también es un homenaje a sus maestros, los viajes transformadores y la pasión por esta disciplina en la vida de José Ruiz. Su historia de superación y éxito es una fuente de inspiración para los amantes de este arte y un recordatorio de que la constancia y el trabajo duro pueden llevar a grandes logros en cualquier campo artístico. A su vez, es un alegato a la magia más allá de las ilusiones; es una forma de conectar con las historias y las emociones humanas.

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