Wellness, un estilo de vida saludable
Busca el equilibrio entre los niveles mental, físico y emocional de la persona
El wellness proporciona un equilibrio que lleva a ser más felices (Foto: E&J)
Wellness, un estilo de vida saludable
Busca el equilibrio entre los niveles mental, físico y emocional de la persona
El wellness proporciona un equilibrio que lleva a ser más felices (Foto: E&J)
Hay veces en la vida en las que nos puede ir bien y, sin embargo, sintamos que “nos falta algo”. Ese “algo” suele ser un término difuso y de difícil explicación. En muchas ocasiones, este sentimiento es producto de un desequilibrio en nuestras vidas. Podemos dedicar mucho tiempo al trabajo y eso nos satisface y nos ayuda a cubrir nuestras necesidades materiales. Sin embargo, nos priva de otras cuestiones que son igualmente importantes, como el bienestar emocional o la tranquilidad mental.
Hay disciplinas que ayudan a encontrar este equilibrio. Posiblemente, la más conocida y que más adeptos tiene es el wellness.
El padre del término wellness es Halbert L. Dunn, un estadístico estadounidense que en los años 50 desarrolló este concepto, basado en el la idea de que el bienestar humano tenía que ir más allá de lo que hasta ese momento se englobaba en el ámbito de la salud. En síntesis, lo que busca este movimiento es el equilibrio saludable entre los niveles mental, físico y emocional. Los impulsores de este movimiento defienden que trabajando estas tres esferas se consigue el bienestar total y la felicidad plena.
Alimentar la mente
La llegada de esta nueva cultura se produjo poco después de la Segunda Guerra Mundial, justamente coincidiendo con la aparición del estado del bienestar. Si los derechos y las necesidades básicas de la población estaban cubiertos, ¿quién podría poner límites a la alimentación de la mente? Era el momento perfecto para comenzar a buscar la felicidad, el bienestar y la autorrealización.
Según las publicaciones referentes al wellness, las dimensiones del significado de dicha palabra pueden incluir: condiciones mentales, físicas y espirituales, así como sociales, laborales y de la salud ambiental. La literatura sobre esta materia abunda en estos conceptos. Además, hace hincapié en los beneficios que se pueden lograr abrazando este estilo de vida.
En un principio, según los teóricos del wellness, ayuda a logar una mayor eficiencia laboral, ya que somos más capaces de tomar decisiones complejas, nos ayuda a ser más creativos, a concentrarnos mejor y a tener más resistencia en los momentos de estrés.
Por otra parte, es una manera de sentirnos más en forma y de afrontar las situaciones cotidianas con más vitalidad. Todo ello ayuda a estar bien consigo mismo y con los demás.
Aporte de vitalidad
En última instancia, los defensores del wellness sostienen que esta forma de entender la vida nos aporta más vitalidad en el plano físico tanto a corto como a largo plazo. Entienden que tiene repercusión sobre los principales órganos, lo que ayuda a mantener la capacidad psicofísica de una persona.
Desde los años 50, y especialmente con el impulso que tomó la cultura New Age en los años 70, esta idea de salud se ha extendidos a centros de spa, balnearios y hoteles wellness, pero también a programas de viaje y experiencias que ofrecen fines de semana wellness y estancias largas dedicadas a la mejora del nivel de vida.
Hay una larga literatura en la que se explica cómo practicar el wellness. A continuación, ofrecemos una serie de pistas que pueden ayudar a dar este enfoque a la vida. Son cosas que al final no cuestan trabajo y muchas de ellas se pueden hacer en casa.
- Es importante que aprendamos a respirar correctamente mediante alguna técnica de meditación. Puedes comenzar por inspirar por la nariz cuatro segundos, reteniendo el aire durante oicho segundos. Pasado este tiempo, se expulsa de nuevo por la nariz hasta que los pulmones se queden totalmente vacíos.
- Aunque solemos aprovechar hasta el último minuto del día, es bueno intentar dedicar una tarde, una mañana o simplemente un rato a no hacer nada o a los cuidados personales.
- Alimentar la mente con la lectura. Es conveniente dedicar tiempo a la lectura, ya que aporta compañía, nos sumerge en nuevas historias o nos aleja de la rutina habitual para reencontrarnos nuevamente con ella.
- Aunque no resulta sencillo, hay que buscar la tranquilidad. Sin embargo, se puede aprender a cultivarlo. Es recomendable encontrar algún momento diario en el que poder concentrarse en uno mismo y disfrutar de nuestro propio espacio. Hay que intentar regalarse estos minutos a uno mismo.
- Uno de esos escenarios en los que puedes reforzar esta calma es la mesa. La alimentación consciente no solo pone en valor la receta en sí misma, sino también la ambientación que acompaña a esta experiencia gastronómica en donde la pausa forma parte del propio disfrute del alimento.
- El orden en el hogar es importante. Muchas veces ese orden depende de que no haya una gran acumulación de cosas que ocupan un espacio e impiden moverse con libertad. La decoración es un concepto muy vinculado al propio estilo de vida.
- La comunicación emocional y significativa sí es muy importante. Es conveniente mantener el contacto con los amigos y demás seres queridos.
- El deporte es fundamental para sentirse bien. No es necesaria una actividad frenética.